Mudanzas y barbechos
Sometimes you win, sometimes you lose, and most times you choose between the two (Carole King, Sweet Seasons)
Cada año al llegar a Sa Tuna el primer día de vacaciones, mi padre envía el mismo mensaje a todas las personas con las que hemos compartido este sitio.
“El paraíso existe y se llama SA TUNA. Desde nuestro lugar en el mundo, un recuerdo emocionado a los buenos ratos que hemos pasado juntos aquí. Un abrazo”.
Este año no he podido acompañarles en la llegada al paraíso ni tampoco me voy a incorporar unos días más tarde como harán mis hermanos. Todavía no he terminado de encajarlo bien. Y es que Sa Tuna es uno de los lugares que mayor sensación de paz me transmite del mundo. Quizás porque mi niñez sigue jugando en su playa.
“Las tradiciones amueblan nuestra vida y tienen mucho valor” nos decía ayer mi padre por el chat de la familia refiriéndose a este mensaje.
Este verano mis tradiciones dan un paso atrás para dar espacio a un mes diferente, pero me tranquiliza mucho saber que aunque no esté allí, julio siempre me traerá un recordatorio desde esta cala tan especial.
Me venía hace poco a la mente la recomendación de San Ignacio de Loyola, que advierte “en tiempos de desolación, no hacer mudanza”. Yo estoy de plena mudanza, lo cual, teniendo en cuenta que trato de llevar esta frase por bandera, es indicador de un buen momento vital.
Ahora mismo me encuentro en la parte de la mudanza en la que se han empezado a deshacer las cajas para ir amueblando nuevos espacios, y hay que pararse a mirar cómo te está quedando la colocación. Paso atrás, y a observar con calma. Ensayo y error con las diferentes disposiciones, a ver si tienen sentido.
Por aquí os dejo las cajas que más me ha gustado abrir esta semana, y adelanto que a estas alturas la semana que viene estaré en Nyangatom (Etiopía), donde pasaré las cuatro semanas del mes de julio.
Lo más probable es que frene estos envíos durante mi estancia allí, por lo que os deseo un julio excelente, y me despido con muchas ganas de colarme en vuestras rutinas en agosto.
✨ Una tradición
En octubre, con el objetivo de liberar momentáneamente la cabeza de preocupaciones y el olor a hospital y salas de espera, mi madre nos invitó a comer a mis primas y a mí para hacer un “plan de chicas”. Disfrutamos tanto aquella comida, entre risas y cotilleos varios, que la repetimos y acabó convirtiéndose en la costumbre de juntarnos a cenar entre semana para amenizar la rutina. Nos propusimos reunirnos una vez al mes y así lo hemos hecho. El jueves nos juntamos por última vez antes de las vacaciones y tras un curso académico cuando menos, movidito.
⏳ Un momento
Volviendo a casa en coche después de comer, Borja me ha pedido que pusiese You Belong with me, en sus propias palabras, un temazo que le recuerda a la infancia, cuando era el único videoclip que tenía yo en mi iPod Nano y lo veíamos en los viajes en coche una vez tras otra. Creo que nunca me he sentido tan orgullosa como hermana mayor. No ha tardado en mencionar a Fernando Alonso y el número 33, pero ha sido bonito mientras ha durado. Hemos cantado a voz en grito mientras algún que otro curioso alucinaba al pararse a nuestro lado en los semáforos.
Esto me recuerda que quiero lanzar un saludo desde aquí a todos los que me habéis escrito al enteraros de que Taylor Swift y The Eras Tour llegarán a Madrid (y encima al Bernabeu) el 30 de mayo de 2024. Me hace ilusión que tengáis presentes mis obsesiones y hagáis la asociación, y me queda muy claro lo intensa que soy, porque me lo han comentado hasta en el trabajo. Mejor, porque ya estoy pensando en cogerme vacaciones el viernes 31.
💬 Una cita
Sobre la importancia de atreverse a jugar y lanzarse a la arena:
It is not the critic who counts; not the man who points out how the strong man stumbles, or where the doer of deeds could have done them better.
The credit belongs to the man who is actually in the arena, whose face is marred by dust and sweat and blood; who strives valiantly; who errs,
who comes short again and again, because there is no effort without error and shortcoming; but who does actually strive to do the deeds;
who knows great enthusiasms, the great devotions; who spends himself in a worthy cause; who at the best knows in the end the triumph of high achievement, and who at the worst, if he fails, at least fails while daring greatly, so that his place shall never be with those cold and timid souls who neither know victory nor defeat.
Theodore Roosevelt, The man in the arena, París 1910.
25.06 | Hasta aquí hemos llegado
Espacio patrocinado por Terrific Paloma
No sé si habéis podido intuir por las veces que Marta ha hablado de mí que soy una persona de obsesiones. Mi última: Noche polar de Vangoura. Quien me espíe en Spotify pensará que tengo un serio problema con esta canción.
Hablaba con Marta ayer sobre el lema del año, “A ver qué pasa” y le comentaba que, de la misma manera que al Romanticismo le sucede el Realismo, yo acababa de entrar en la etapa Alto el fuego. Alto el fuego cuando te das cuenta de que te han comido la tostada. Alto el fuego cuando necesitas una intervención por parte de tus amigos o alto el fuego simplemente cuando necesitas un descanso de tanta actividad mental. Se acabó lo que se daba.
Mi parte favorita de la canción dice:
Hoy que no es hoy, sino un resto de ayer; y mañana un impasse, lejos de resolver.
Me gusta pensar que habito en los restos del a ver qué pasa. He aprendido mucho estos meses y entro en momento de barbecho de aprendizajes. Así que por esta línea irán mis siguientes pies de página.
Gracias Marta por dejarme este huequito y, como dices tu, jalearme para que estrene Terrific Paloma!!!🤍
¡Buen comienzo de semana!
BM x TP.
La mejor nueva tradición :)
TP 🤍 BM